Organizar el cuarto de baño de una manera eficiente es fundamental. Si hay una habitación en la que aprovechar bien el espacio es esencial, ese es el baño; pasamos en él más tiempo del que parece y puede llegar a convertirse en un auténtico refugio, así que es interesante que sea a la vez práctico y acogedor.
Productos de belleza, toallas, botiquín, accesorios… En un baño se acumulan más objetos de lo que podemos llegar a imaginar. Para conseguir un orden hay que apostar por la funcionalidad, pero también dar un amplio margen a la creatividad, porque cada baño es un mundo y hay soluciones de todo tipo y para todos los gustos.
Consejos para organizar el cuarto de baño
- Sé realista. A lo mejor en el baño no cabe todo lo que quieres meter. Lo primero es desembarazarte de docenas de cosas que no usas: cosméticos envejecidos, pilas de toallas infinitas, plantas, muebles poco funcionales…
- Coloca baldas de pared. La verticalidad es nuestra gran aliada, en especial en un cuarto de baño pequeño. Hay una balda o estantería para cada caso.
- Usa clasificadores de puerta. Las paredes no son tu único apoyo: también tienes el interior de las puertas, los laterales de los muebles, la mampara de la ducha, la esquina de la bañera… y hasta el techo.
- Tarros, imanes, separadores, bandejas… Un cuarto de baño ordenado pasa por mantener las cosas en su sitio. Los separadores en los cajones y los tarros en los estantes son de gran ayuda (sobre todo para los productos de belleza).
- Cuadrado mejor que circular. En general, el almacenamiento es más eficiente en contenedores cuadrados. Funciona también con los productos de belleza en tarros redondos.
- Hazte muebles a medida. Merece la pena sí o sí, por el aprovechamiento del espacio que suponen. No tienen por qué ser comprados, puedes reutilizar elementos (tratados adecuadamente). ¡Viva el DIY!
- La creatividad al poder. Imanes para colocar cosas en la pared, soportes hechos con tuberías o perchas, carritos auxiliares en todos los materiales imaginables… Deja volar tu imaginación y te sorprenderás a ti mismo.
Si, a pesar de todos estos consejos, todavía no consigues aprovechar bien el espacio,
prueba a tener un trastero.