1. Decide dónde guardar tus muebles
Puedes almacenar muebles que no utilices en el garaje, el desván, el sótano o en una habitación que tengas libre, pero eso solo te valdrá durante poco tiempo y si tienes sitio. Si en cambio, tienes que hacerlo durante periodos largos o si tienes muchos muebles para guardar, puede que tengas que buscar una solución.
Los
guardamuebles pueden venirte muy bien si estás reformando la casa o de mudanza, o trasladándote a un sitio más pequeño y necesitas un trastero a medio o largo plazo. Los trasteros de interior son lugares seguros, limpios y accesibles, ideales para guardar muebles.
2. Busca «guardamuebles cerca de mí»
Lo ideal sería que encontraras un establecimiento de trasteros a mano y donde tú seas la única persona que pueda tener acceso a tu propio guardamuebles.
Para buscar un guardamuebles cerca de donde estés, utiliza nuestro buscador de establecimientos introduciendo el código postal o el municipio más cercano. Si vas a necesitar ayuda para descargar bultos grandes para guardarlos, comprueba si el establecimiento en cuestión permite el acceso a vehículos, si hay trasteros con dos puertas, si los pasillos son anchos, si hay elevadores o si hay trasteros en la planta baja con muelle de carga.
3. Calcula el sitio que necesitas
Elige el tamaño del guardamuebles que necesites con atención para no dañar los muebles apiñándolos. Disponemos de calculadoras de tamaño con las que puedes averiguar cuántos metros cuadrados necesitas. De lo contrario, tienes a tu servicio personal especializado que te atenderá por internet o por teléfono y te aconsejará un guardamuebles del tamaño que más se ajuste a tus necesidades.
4. Organiza el traslado de los muebles
Si has decidido almacenar muebles en un guardamuebles, necesitarás organizar el transporte. ¿Te cabrá todo en el coche o necesitarás alquilar una furgoneta? ¿Puedes levantar todos los bultos con facilidad o tienes elementos más pesados y necesitas ayuda? El alquiler de una furgoneta, con o sin alguien que la cargue y la conduzca, puede facilitarte mucho las cosas y tardarás menos que haciendo varios viajes en coche.
5. Limpia los muebles
¡No lo decimos solo porque te resultará más cómodo vaciar el guardamuebles! Si quieres que tus muebles conserven las mejores condiciones posibles, límpialos a fondo antes de guardarlos.
La poca humedad o el poco moho que puedan tener solo empeorarán con el paso del tiempo, así que más te vale eliminar toda mancha de barro y secarlos por completo. Además, quita todas las migas u otros residuos. Si por ejemplo vas a guardar un sofá, saca todos los asientos y pasa la aspiradora por todos los rincones. Si crees que puede haber carcoma o cualquier otra plaga en alguno de los muebles, trátalo antes de guardarlo, o se infestará el resto de las pertenencias.
Limpia los muebles en madera con agua jabonosa templada y, cuando estén secos, aplica cera para muebles para que conservarlos hidratados y en buenas condiciones. Limpia concienzudamente los tejidos de muebles con limpiadores de tapizado asegurándote de que se hayan secado del todo antes de guardarlos. Abrillanta los objetos de plata o metal para evita que se deslustren con el óxido.
6. Facilita la manipulación y el almacenamiento de los muebles
Si puedes desmontar muebles como librerías, armarios, escritorios o sillas, hazlo antes de meterlos en el guardamuebles. Te facilitará el transporte y verás que aprovecharás mucho más el espacio del guardamuebles.
Más adelante, te agradecerás a ti mismo el haber guardado los tornillos en una bolsa de plástico y haberla pegado con cinta adhesiva a la pieza del mueble en cuestión o el haber dibujado flechas o haber hecho anotaciones con un lapicero en el mueble o en un papel para acordarte de cómo se montaba.
Puedes ganar sitio guardando elementos pequeños en los cajones de los escritorios, donde además quedarán protegidos. Aun así, te aconsejamos hacerlo cuando estés en el trastero para que puedas transportar los muebles más grandes fácilmente sin que pesen tanto.
7. No coloques los muebles directamente en el suelo
Cuando tengas todo listo para trasladar tus cosas al guardamuebles, coloca en el suelo algo sobre lo que apoyar los muebles para protegerlos. Puedes tender una lona o un cartón en el suelo, o utilizar unos palés si tienes.
8. Envuelve los muebles
Protege los artículos delicados, como mesas de vidrio o espejos, con burbujas de embalaje. Utiliza unas telas para el polvo —como las que se usan para pintar la casa— y tapa objetos de gran tamaño con ellas para que estos no se llenen de polvo, o utiliza unas sábanas o fundas de edredón viejas. No utilices plástico para tapar los muebles, ya que pueden retener la humedad que pudiera haberse acumulado.
9. Guarda muebles de forma eficaz
Coloca en vertical artículos grandes, como colchones o sofás, apoyándolos en las paredes del guardamuebles para así dejar sitio para otras cosas que pesen u ocupen más. Coloca también los cuadros y los espejos en vertical para que no se estropeen con el paso del tiempo. Si tienes la posibilidad, ten en cuenta qué artículos sacarás antes y colócalos más cerca de la puerta para tenerlos más a mano.